Durante muchos años, se intentó ordenar los
elementos de acuerdo con sus propiedades químicas. Y en 1850, el químico ruso Dmitri
Mendeleiev (1843-1907) encontró la clave para clasificarlos.
Cuenta
la historia, que Mendeleiev
frustrado por la ausencia de una rutina científica, decidió ordenar los
elementos químicos según las normas de su juego favorito, el solitario,
ayudándole así a crear su modelo de Tabla Periódica.
Por lo pronto empezó a escribir el símbolo de cada
elemento en grandes tarjetas. Al lado del símbolo, colocó el valor del peso
atómico del elemento y algunas de sus propiedades. Por las noches se desvelaba
haciendo sus tarjetas, dándoles vuelta entre las manos, observándolas. Se quedó
dormido. Cuando despertó acomodó las
cartas según el patrón que había soñado, había “resuelto” el problema.
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